Bievenidos a A Cada Paso
Nov. 16, 2023

Las casualidades son oportunidades para reaccionar y redireccionar en la vida

Hoy reflexionaba sobre el impacto de mantener una mente abierta para observar el mundo, aprender de él, y descubrir los mensajes que nos envía. Algunos días, nos levantamos sintiéndonos negativos, quizás porque está lloviendo o nevando, y luego salimos a la calle y vemos a alguien que está enfrentando desafíos mucho mayores que los nuestros, pero ahí está, enfrentando la vida con valentía. Estos momentos nos abren los ojos y nos hacen apreciar lo que tenemos.

 Hace algunos años, durante un viaje a España con mi hija para un torneo de fútbol, tuve una experiencia reveladora.

 Nos fuimos con su equipo de fútbol a un lugar muy bonito en España llamado Hondarribia. La ciudad era pequeña pero impresionantemente hermosa. Nos quedamos en un castillo histórico convertido en hotel, llamado "parador", con una vista espectacular de la ciudad y el mar. Era el lugar perfecto para comenzar nuestro viaje.

 Estaba emocionada por explorar la ciudad y le pedí a Alex que me acompañara en un paseo. Pero ella estaba demasiado cansada, así que decidí salir por mi cuenta. Caminé por el paseo marítimo, admirando el cielo, el mar y la costa de Francia al otro lado. Era una tarde perfecta, pero algo faltaba.

Mientras caminaba, me empecé a sentir triste y sola. Extrañaba a mi familia y mis amigos, y deseaba que estuvieran allí para compartir ese momento conmigo. Fue entonces cuando un señor mayor interrumpió mis pensamientos y me dijo que debía pagar 1 euro para tomar fotos en la ciudad.

 Me di la vuelta, sonreí y comencé a hablar con él, su esposa y su cuidadora. El señor se llamaba Radamés, y había vivido en Estados Unidos antes de regresar a España cuando su esposa enfermó. Compartió conmigo su historia de ser un hombre exitoso, casado con una mujer maravillosa y padre de cuatro hijos. A pesar de todo esto, se sentía infeliz porque nunca aprendió a estar solo y disfrutar de la vida por sí mismo.

Sus palabras me impactaron profundamente. Mi padre, que era muy querido para mí, solía decir lo mismo. Creía que, para ser feliz, necesitas aprender a estar solo y disfrutar de tu propia compañía. 

 Hablamos durante un tiempo, y él me contó que sus nombres y el de su esposa, Aida, venían de la ópera "Aida", que era la favorita de mi papá!. Me quedé asombrada por la coincidencia y sentí que era una señal.

Este encuentro con Radamés y Aida cambió mi perspectiva del momento. Me recordó encontrar alegría en mi propia compañía y apreciar los pequeños momentos de la vida. A menudo, son los encuentros inesperados los que tienen un impacto duradero en nuestras vidas. 

 ¿Y a ti, te ha pasado alguna vez una experiencia que te hace cambiar?