Hoy quiero compartir algo que, estoy segura, muchos de ustedes han experimentado. A menudo, tengo ideas que creo que podrían ser excelentes, pero las dejo pasar porque me pregunto: "¿A quién le importa?" “¡En realidad, no es tan buena mi idea!” o me digo a mí mismo: "Ya otros lo han hecho antes que yo". Luego, veo que alguien más lleva a cabo esas ideas y me digo "¡Eso no es tan original, yo también podría haberlo hecho!" Y sí, claro que podría haberlo hecho, pero no lo hice! Y no lo hice porque dejé que esos pensamientos obstaculizadores tuvieran más poder que mi intuición. Recientemente, leí el libro "Big Magic: Creative Living Beyond Fear" de Elizabeth Gilbert, y en él, menciona algo interesante: las ideas viajan de persona a persona, y si dejas escapar una idea cuando te llega, simplemente se va a otra persona que esté abierta y dispuesta a implementarla. ¿Por qué nos imponemos barreras antes de siquiera intentar algo nuevo? Quizás sea por miedo al fracaso, quizás por temor al esfuerzo que conlleva, o quizás por falta de confianza en nosotros mismos. En cualquier caso, he aprendido que debemos atrevernos, lanzarnos a la piscina y comenzar a nadar. Mi papá lo decía muy bien: "¡No lo diga, hágalo!". Así que, la próxima vez que una idea cruce por tu mente, dale una oportunidad.
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¿Y a ti, te ha pasado alguna vez que dices “yo he podido hacer eso”? |