Si conocías a Irene desde hace tiempo, te darías cuenta de que realmente las enfermedades mentales son como las enfermedades físicas. Un día puedes estar bien y al otro no. Yo diría que son más complicadas aún porque no son tangibles y porque hay mucha resistencia a aceptarlas y hablar de ellas. Gracias a Irene, hoy podemos poner un grano de arena para normalizar esta conversación. Mientras más nos abramos, más podremos ayudarnos.